terça-feira, outubro 31, 2006

livros

folhas que se deixaram morrer em Ervedal da Beira - Novembro 2005

Retirado en la paz de estos desiertos,
Con pocos, pero doctos libros juntos,
Vivo en conversación con los difuntos,
Y escucho con mis ojos a los muertos.

Si no siempre entendidos, siempre abiertos,
O enmiendan, o fecundan mis asuntos;
Y en músicos callados contrapuntos
Al sueño de la vida hablan despiertos.

Las Grandes Almas que la Muerte ausenta,
De injurias de los años vengadora,
Libra, ¡oh gran Don Josef, docta la Imprenta.

En fuga irrevocable huye la hora;
Pero aquélla el mejor cálculo cuenta,
Que en la lección y estudios nos mejora.

Francisco de Quevedo y Villegas

1 comentário:

Anónimo disse...

a coisa da escuta. o tímpano. ressonâncias.quase te oiço, beija-flor, sobre mim. zé p